Ir al contenido principal

Sonidos




Es tan poco 
Zittarrosa - Benedetti
El Instrumento
Darnauchans
A desalambrar
Viglietti
Ocho letras
Larbanois - Carrero
A don José
Los Olimareños
La senda esta trazada
Viglietti
Construção
Chico Buarque
Vamos gente de mi tierra
Ali Primera
Imagine
John Lennon

Guitarra Negra
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra… Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía… Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas… Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan… Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos… Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas…
Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa… Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis libros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los muchachitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revisando mi abono del tranvía, mis amigos, sus nombres, las noches de café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a estofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplegia, al Uruguay batllista, a Aristides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y versos interminables... Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del teléfono, distintos bajo los dedos índices, las fotos, el termómetro, los muertos y los vivos, los pálidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos múltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversión... Y no halló nada... No pudo hallar a Batlle, ni a mi padre ni a mi madre, ni a Marx, ni a Aristides, ni a Lenin, ni al Príncipe Kropotkin, ni al Uruguay ni a nadie. Ni a los muertos Fernández más recientes... A mí tampoco me encontró... Yo había tomado un ómnibus al Cerro e iba sentado al lado de la vida... Pasé frente al Nocturno y la vida había pintado unos carteles... Pregunté en una esquina por la hora, y en la bolsa del hombre que me dijo la hora iba la vida, junto con su almuerzo... Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas... Y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... La noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... Y se echará en el piso como un perro... Y aguardará hasta la madrugada... Hoy... Dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre... Mi corazón está mejor situado que mi casa... Mi casa, más cercada que mi barrio... Mi barrio, cercado por mi pueblo... En mi barrio vive el Presidente, cercado por un muro casi derrumbado...
Temblando, con el frontal partido con el marrón, por el marronero, cae sobre sus costillas, pesada como un mundo, la res... Cae con estrépito, de bruces sobre el cemento... Balando al descuajarse su osamenta, ya sólo un pobre costillar enorme, ya sólo un pobre cuero y sangre, media tonelada de huesos astillados, hincados en toda esa vida temblorosa y atónita... Ahí se va alzando, como un pesado pingajo, atrapada por la pata por un gancho que le salta arriba, que la alza por un ojal abierto en el garrón de un cuchillazo en plena estupidez sentimental, en plena media tonelada de monstruoso dolor, incomprensible, absurdo, balando, plañidera y tonta, como un escarabajo que no piensa, mientras medita lentamente por qué duele tanto y por qué duele qué parte de quien es ella misma, la res, abierta al descuartizamiento atroz por todas partes, que nunca habían dolido y que eran tantas partes, tan extensas... Y que pastando nunca había dolido... Haciendo leche, esperma, músculos, crin y cuero y cornamenta viva, que eran la vida misma manando hacia sus adentros, vibrando tiernamente como un sol cálido hacia sus adentros... Y nunca habían dolido... Ya está colgada... Las patas delanteras se enderezan, se endurecen y avanzan hacia adelante y hacia arriba, implorantes y fatalmente rígidas, rematadas en cortas pezuñas que hace un instante amasaban el barro del corral, el estiércol de otros cien balidos, Dinosaurios del siglo de las máquinas, nacidos para morir de un marronazo... Ahora ya es carne azul colgada en la heladera: "Uruguay for export"... Aquella res, que murió de un marronazo, cayó y tembló todo el frigorífico... Aquella otra res que recibió el marronazo en plena frente, de dos dedos de espesor, mientras entraba al tubo desconfiando porque allí no había pasto, alcanzó a comprender que había otra res delante, balando, que ya se la llevaba el gancho... Y cayó detrás, también, y el cemento tembló bajo esos huesos... Aquella otra res, que esquivó el marronazo y que cayó también, con un ojo reventado una guampa partida, deshecha, también cayó y tembló la tierra, tembló el marrón, tembló el marronero; la res, murió temblando de dolor y de miedo... De un marronazo en plena frente "for export" del Uruguay...
En la punta del agua, una flor blanca, luminosa, de quince dólares, se hace chispa, se abulta, se diluye, chorrea entre otras flores más pequeñas, llora, se agita, la catapulta en chorro de agua y sube como bola en el aire... Está naciendo siempre, mientras el agua canta en esa fuente de la boite... Entre aplausitos, al compás de la orquesta, blanda flor blanca, acuosa, nostalgiosa en el aire... Subida en los aplausos como espitada, hendida, empitonada... Gime y llora en la noche, tira estrellas bailando bajo el humo, renace, llora por el chorro azul-blanco de la fuente como si fuera planta que la cría -y que no es- ... y sin embargo, así seguirá abriéndose, muriendo, hinchándose y flotando, mientras dure la noche, su belleza infantil de ingeniería, su blando corazón bajo el foquillo fijo y lechoso... El gringo, el chorro de agua a precio, el aire de importación, esas hembras, el mozo, esos señores...
Hace un buen rato ya que doy trabajo y vengo acostumbrándome al desuso de mi alma, a la razón del enemigo, a mis sesenta cigarrillos diarios, a las malas costumbres de mis canciones, que de algún modo siempre fueron nuestras, vos lo sabés, guitarra negra... Hoy reanudo en un cómico enderezo la hora de ayer parada en su nostalgia. Me hacen sufrir las alas que me puse para volar, mas grito y se alzan, gimo y me acompañan, río y baten de a dos, como que están amándose y se odian, sin embargo mis dos alas se odian, se enderezan, se hacen amigas mías para llevarme por todas partes: allá está la canción, aquí la nada... Más allá el pueblo y más acá el amor... Pero el pueblo está también más acá... Y antes estaba allá también, detrás del pueblo el pueblo... Hemos viajado por todos mis caprichos y el pueblo hozando el piso, amándose con alas como las mías... Odiando su destino, odiándome y amándome sin alas, con millones de pies, con manos y cabezas y lenguas... Y sus mil bocas dicen: "Ahora, la suerte ya está echada..."
La mariposa viene hacia mí en la calle, en el aire húmedo, por el aire húmedo bailando, por el aire agobiante, ominoso, bailando en el aire caliente... Y yo vi que no era a mí a quien buscaba sino a la muerte... Y que no buscaba la muerte también vi, porque no era mariposa de la ciudad de hierro, ni nacida para eso, sino que era mariposa nada más, en la ciudad, presa y ya muerta de antemano, fatalmente... Buscando en ese bailar loco y frágil un ala, un grano, una pizca de polen en el cemento... Porque la mariposa nace y no aprende nada hasta que muere en cualquier sitio, herida de muerte por su semana justa, por su tiempo preciso, por su sorbito de vida ya bebida... Eso no es tan triste... Triste es ver su cadena de huevos en el hollín, depositados junto a un río de aceite, a la sombra de las altas paredes de cemento... Su cadena de huevos de seda...
Hago falta... Yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy... Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera... Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado... Falta mi cara en la gráfica del pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo... Los 7 ojos míos en la contemplación del mañana... Mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos.
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra, guitarra negra... Dice Enrique, mi hermano, que hay cierto perro hundido que se lame mansamente y nos lame, lamiéndose, una herida quieta allá al fondo, sentado en su escalón... Y dice más mi hermano el otro Enrique, en Praga. Dice que amarte con certeza, hacerte enteramente hembra, darte lo que de vida tengan mis urgencias será amar más y más a Jaime; amarlo, más de veras... Por su alma, su propio perro mordedor bajo el garrote, el cable, el puñetazo, la bolsa de arpillera, el plantón y el insulto... La olvidada mejilla que no ponen ni él ni nadie a golpear... Sino con hambre y Rita y José Luis, con Gerardo y Raúl y Rosa y Sara y Mauricio... Y por todos nuestros muertos... Y he sabido, guitarra, que este otro perro que criaste, ladrador, campesino, a veces manso o vigilante, que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe... cual casi todo perro popular, vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes... hasta morir también... Tal vez un día... De soledad y rabia... De ternura... O de algún violento amor: de amor… sin duda.
Alfredo Zitarrosa

Comentarios

Entradas más vistas

¿Quién es quién en el agro Uruguayo?. Empresas vinculadas a la Industria lechera y frigorífica.

(Página en construcción) INDÚSTRIAS RELACIONADAS AL SECTOR LACTEOS. B ANTOL : (ex Caprolet ) 2004 se registra Bantol S.A. Ruta Nº 50, km. 21500 Uruguay  2009, la cooperativa Calcar de Carmelo se expande y compra la planta de la ex Caprolet que funcionaba como Bantol (en Tarariras).   BOM GOSTO en Uruguay destinada mayormente a la exportación. Tras la fusión de Laticinios Bom Gosto con Leitbom , el holding Lácteos Brasil S.A . (LBR) se convirtió en la mayor compañía privada de productos lácteos de Brasil. Esta compañía cuenta con 30 plantas industriales.  En 2011 solicito permiso para construir industria en Uruguay ( BG Industria Lactea SA ). La web de Olam señalaba que US$ 5 millones serían utilizados en la adquisición del 94 % de BG Industria Láctea SA (Bom Gosto), empresa brasileña con una propiedad en San José, y se anunciaba que la nueva planta quedaría operativa en 2017. BONGRAIN .  Nace en Francia luego de la Segunda Guerra Mundial cuando Jean-Noël Bongra

Fuentes de datos georeferenciados de Uruguay. SIG

Un Sistema de Información Geográfica (SIG) es una integración de hardware, software y datos geográficos diseñada para capturar, almacenar, manipular, analizar y desplegar en todas sus formas la información geográficamente referenciada. Podemos encontrar en los SIG con acceso web en Uruguay varios tipos de “datos” para bajar, entre ellos: Shapes WMS (WFS) KML (KMZ) GeoTIFF SHAPES Puedan ser incorporados a los SIGs institucionales o particulares. El acceso a la información se realiza a través de un SIG de escritorio (Kosmos, ArcGIS, gvSIG, etc.). El formato ESRI Shapefile (SHP) es un formato de archivo informático propietario de datos espaciales desarrollado por la compañía ESRI, quien crea y comercializa software para Sistemas de Información Geográfica como Arc/Info o ArcGIS. Originalmente se creó para la utilización con su producto ArcView GIS, pero actualmente se ha convertido en formato estándar de facto para el intercambio de información geográfica entre Sis

Neocolonialismo. Empresas vinculadas al control de la tierra en Uruguay.

Las cuatro grandes transnacionales de materias primas –Archer Daniels Midland (ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, conocidas colectivamente como las ABCD– son comercializadoras dominantes a escala mundial, y tienen un papel central en el sistema agroalimentario mundial, y en años recientes comenzaron a comprar tierras.  Louis Dreyfus controla tierras en ROU. El análisis sobre cómo las grandes compañías manejan la cuestión de la tierra resulta complicado, por el hecho de que si una comercializadora posee tierras, a menudo la propiedad se ejerce a distancia y puede involucrar una combinación de formas de propiedad de la tierra por parte de una subsidiaria financiera, y el arrendamiento de esa tierra a la empresa matriz. Uno de esos casos afecta a LD Commodities , la subsidiaria de Louis Dreyfus, que en 2007 estableció una compañía subsidiaria llamada Calyx Agro . LD Commodities aportó un capital inicial de 200 millones de dólares e invitó a aportar fondos adicionales a invers

Stipa charruana

Fuente: Guía de buenas prácticas ganaderas para el manejo y conservación de pastizales naturales en el Paisaje Protegido Laguna de Rocha. 2011